Warlock Magazine fue una revista británica publicada por Penguin Books
en los primeros números y Games Workshop a partir del sexto número,
centrada en los productos de Fighting fantasy que habían popularizado Ian Livingstone y Steve Jackson.
A raíz de que en el 6 numero fuera GW quien la dirigiera, se noto un mayor peso de contenido dedicado a sus productos.
La revista tuvo 13 números, desde 1983 hasta 1986. Curiosamente, y aunque se publicó en diferentes países de habla inglesa, donde más éxito tuvo fue en Japón, donde llegaron a publicarse nada menos que 63 números, desde 1986 a 1992.
Los contenidos habituales incluían anuncios, historietas, entrevistas, mapas del mundo de Fighting Fantasy, bestiario y mini aventuras al final de cada número de unas cincuenta páginas.
Cuando comenzó a publicarse, la conocida revista White Dwarf ya llevaba 6 años ofreciendo contenidos para los juegos de rol -recordemos que Games Workshop comenzó su andadura comercial publicando D&D en Gran Bretaña-, y se pretendía que la Warlock Magazine sirviera como plataforma para los juegos de Fighting Fantasy.
Fijaros en los artistas ilustres que trabajaron en Warlock Magazine ...os suenan de algo...Tony Ackland, David Andrews, John Blanche, Jes Goodwin, Dave Carson y un numero incontable de viejos conocidos.
Una de las cosas que tenia al final de su etapa era una sección llamada "Metal Mayhem" que no era otra cosa que una serie de hojas a todo color con las ultimas minis pintadas en Citadel, muchas de esas miniaturas muy rara vez vistas pintadas y otras solo se han visto en esas hojas.
El título, Warlock, hacía referencia al primer título de la colección, así como el más conocido y exitoso, "The Warlock of Firetop Mountain", y se tomó al propio hechicero como broma convirtiéndolo en el tirano regidor de la revista. Cada número incluía artículos diversos, como una guía para construir nuestros mapas de los dungeons a los que nos enfrentásemos, pero también contenía una serie de secciones fijas que mantenían al lector al día de novedades y publicaciones e intentaban mantener vivo el gusanito de la lectura interactiva.
Entre los contenidos habituales que encontramos en estas añejas páginas están los siguientes:
-Concursos y competiciones: los lectores podían conseguir logros superando con éxito sus lecturas de libros de Fighting Fantasy y completando distintos logros. Así, por ejemplo, la Warlock of Firetop Mountain Competition pedía a los participantes que dibujasen un mapa completo del dungeon del conocido libro, incluyendo todas las secciones, escondites y recovecos. Se reconocería la calidad del dibujo, pero sólo completarlo. El primer premio consistía en “la mayor miniatura de fantasía” jamás creada, Esa miniatura resultó ser un dragón de sesenta centímetros de longitud, montado y pintado, que recibió el poco épico nombre de “Dragón pollo”, porque tenía, aproximadamente, el tamaño de un pollo. Otros concursos consistían en encontrar en la lectura de determinados libros ciertas palabras que permitirían al ganador ganar libros y miniaturas, o incluso un paseo por la sede de Games Workshop de la mano de Steve Jackson y Ian Livingstone. También se hicieron competiciones en las que los participantes tenían que escribir una mini historia de Lucha Ficción.
-Derek the Troll: se trataba de unas viñetas escritas e ilustradas por Lew Stringer, que comenó en el número 7 y se extendió (salvo en el 8) en los sucesivos números. El comedido troll acabo dando siempre su opinión personal sobre las reseñas de libros de rol y juegos.
-Fantasy in Miniature/ Paint ‘Dragon. Escrito por Rick Priestley, era una guía o tutorial para pintar miniaturas. El número 9 presentó a los lectores la preparación y pintura de una miniatura, mientras que en el número 10 se hablaba de la preparación más avanzada de las figuras utilizando técnicas como el "pinning".Era común en la revista también encontrar publicidad más o menos disfrazada de contenidos con las miniaturas que vendía Games Workshop.
-Fighting Fantasy News. En algunos números se nos informaba de las nuevas piblicaciones y novedades en torno al hobby.
-Out of the Pit: un bestiario con las criaturas que nos podíamos encontrar en nuestras aventuras, anticipando incluso las que llegarían en libros por publicar.
-The Warlock’s Quill: sección de consulta donde los lectores escribían sus dudas existenciales sobre estos libritos de elige tu propia aventura y el Hechicero se lo respondía. En uno de los números quien respondía era Derek el Troll.
-Mini Librojuego: un contenido muy interesante era una mini aventura aproximadamente la mitad de extensión que uno de los libros de Fighting Fantasy (algo menos de 200 apartados), con las reglas de estos mismos juegos. En algunos casos se trató de versiones reducidas de juegos publicados (The warlock of firetop mountain, House of Hell o Cavern of the Snow Wirch) pero en general eran aventuras completamente nuevas.
En general, Warlock Magazine era una revistas de las de antes, con ese tufillo Games Workshop de libro de publicidad por el que te cobra, pero con una calidad estupenda y unas ilustraciones muy cuidadas, en muchos casos inéditas.
A raíz de que en el 6 numero fuera GW quien la dirigiera, se noto un mayor peso de contenido dedicado a sus productos.
La revista tuvo 13 números, desde 1983 hasta 1986. Curiosamente, y aunque se publicó en diferentes países de habla inglesa, donde más éxito tuvo fue en Japón, donde llegaron a publicarse nada menos que 63 números, desde 1986 a 1992.
Los contenidos habituales incluían anuncios, historietas, entrevistas, mapas del mundo de Fighting Fantasy, bestiario y mini aventuras al final de cada número de unas cincuenta páginas.
Cuando comenzó a publicarse, la conocida revista White Dwarf ya llevaba 6 años ofreciendo contenidos para los juegos de rol -recordemos que Games Workshop comenzó su andadura comercial publicando D&D en Gran Bretaña-, y se pretendía que la Warlock Magazine sirviera como plataforma para los juegos de Fighting Fantasy.
Fijaros en los artistas ilustres que trabajaron en Warlock Magazine ...os suenan de algo...Tony Ackland, David Andrews, John Blanche, Jes Goodwin, Dave Carson y un numero incontable de viejos conocidos.
Una de las cosas que tenia al final de su etapa era una sección llamada "Metal Mayhem" que no era otra cosa que una serie de hojas a todo color con las ultimas minis pintadas en Citadel, muchas de esas miniaturas muy rara vez vistas pintadas y otras solo se han visto en esas hojas.
El título, Warlock, hacía referencia al primer título de la colección, así como el más conocido y exitoso, "The Warlock of Firetop Mountain", y se tomó al propio hechicero como broma convirtiéndolo en el tirano regidor de la revista. Cada número incluía artículos diversos, como una guía para construir nuestros mapas de los dungeons a los que nos enfrentásemos, pero también contenía una serie de secciones fijas que mantenían al lector al día de novedades y publicaciones e intentaban mantener vivo el gusanito de la lectura interactiva.
Entre los contenidos habituales que encontramos en estas añejas páginas están los siguientes:
-Concursos y competiciones: los lectores podían conseguir logros superando con éxito sus lecturas de libros de Fighting Fantasy y completando distintos logros. Así, por ejemplo, la Warlock of Firetop Mountain Competition pedía a los participantes que dibujasen un mapa completo del dungeon del conocido libro, incluyendo todas las secciones, escondites y recovecos. Se reconocería la calidad del dibujo, pero sólo completarlo. El primer premio consistía en “la mayor miniatura de fantasía” jamás creada, Esa miniatura resultó ser un dragón de sesenta centímetros de longitud, montado y pintado, que recibió el poco épico nombre de “Dragón pollo”, porque tenía, aproximadamente, el tamaño de un pollo. Otros concursos consistían en encontrar en la lectura de determinados libros ciertas palabras que permitirían al ganador ganar libros y miniaturas, o incluso un paseo por la sede de Games Workshop de la mano de Steve Jackson y Ian Livingstone. También se hicieron competiciones en las que los participantes tenían que escribir una mini historia de Lucha Ficción.
-Derek the Troll: se trataba de unas viñetas escritas e ilustradas por Lew Stringer, que comenó en el número 7 y se extendió (salvo en el 8) en los sucesivos números. El comedido troll acabo dando siempre su opinión personal sobre las reseñas de libros de rol y juegos.
-Fantasy in Miniature/ Paint ‘Dragon. Escrito por Rick Priestley, era una guía o tutorial para pintar miniaturas. El número 9 presentó a los lectores la preparación y pintura de una miniatura, mientras que en el número 10 se hablaba de la preparación más avanzada de las figuras utilizando técnicas como el "pinning".Era común en la revista también encontrar publicidad más o menos disfrazada de contenidos con las miniaturas que vendía Games Workshop.
-Fighting Fantasy News. En algunos números se nos informaba de las nuevas piblicaciones y novedades en torno al hobby.
-Out of the Pit: un bestiario con las criaturas que nos podíamos encontrar en nuestras aventuras, anticipando incluso las que llegarían en libros por publicar.
-The Warlock’s Quill: sección de consulta donde los lectores escribían sus dudas existenciales sobre estos libritos de elige tu propia aventura y el Hechicero se lo respondía. En uno de los números quien respondía era Derek el Troll.
-Mini Librojuego: un contenido muy interesante era una mini aventura aproximadamente la mitad de extensión que uno de los libros de Fighting Fantasy (algo menos de 200 apartados), con las reglas de estos mismos juegos. En algunos casos se trató de versiones reducidas de juegos publicados (The warlock of firetop mountain, House of Hell o Cavern of the Snow Wirch) pero en general eran aventuras completamente nuevas.
En general, Warlock Magazine era una revistas de las de antes, con ese tufillo Games Workshop de libro de publicidad por el que te cobra, pero con una calidad estupenda y unas ilustraciones muy cuidadas, en muchos casos inéditas.
No tenía idea de la existencia de este magazine, desde luego tenia una pinta estupenda...
ResponderEliminarEsas páginas a color...bufff.
Curioso como en Japón fue más querida...
Completamente ignorada. Tengo que echarle un vistazo a esas revistas. A ver si consigo descargar por ahí algún ejemplar.
ResponderEliminarHay verdaderos fanáticos de los libros de Fighting Fantasy.
Excelente artículo.
Gracias.