Os dejo con este magnifico regimiento de renombre, los caballeros de la llama purificadora diseñados por Jess Goodwin en Mayo de 1985.
'De las cenizas de los viejos naceran los nuevos, y el fuego los habrá purificados, y serán libres del mal'. -Chronus Goodheart en la pira funeraria de la Hermandad.-
Chronus Goodheart era miembro de una singular banda de cruzados en la guerra santa contra los árabes. Él era uno de la Hermandad. Chronus provenía de una familia profundamente religiosa y creía firmemente en los caminos de Occidente. Aborrecía a los hombres oscuros y extravagantes de Arabia y a su cultura insidiosamente malvada. Pero se enfrentó a la escena más horrible que pudo haber previsto.
Ante él había un espectáculo que le revolvia el estómago y un hedor que le destrozaba el olfato y el alma. Era carroña humana, carroña que alguna vez había sido un amigo y compañero cruzado. Chronus y sus tres compañeros estaban perplejos y horrorizados ante la enfermiza carnicería que había caído sobre sus compañeros. No era el trabajo de un hombre, o de un hombre cuerdo al menos. Construyeron una gran pira funeraria para consumir lo que quedaba de los Caballeros de la Hermandad. Mientras las llamas rugían y rugían, uno de los caballeros de Chronus hizo un extraño descubrimiento entre las ruinas donde la masacre había tenido lugar. Volviendo a Chronus, contó su hallazgo, y Chronus investigó de inmediato. Lo que el caballero joven había encontrado era un santuario subterráneo -originariamente parte de un templo, pero ahora escondido entre las ruinas-. Entrando en el interior, Chronus vio los frescos manchados de sangre, frescos que representaban escenas de horror y perversión de una naturaleza completamente antinatural. Lo peor de todo, en el suelo estaba el uniforme desechado y el equipo de un Caballero de la Hermandad."Eroneus", jadeó, al reconocer la ropa de uno de los miembros de la compañía, Eroneus Balbadron, su propio primo. La mente de Chronus fue arrojada al caos. Es evidente que su primo había sido asesinado, y de una manera sucia e inhumana. Todo apestaba a algún ritual religioso perverso, de un terrible sacrificio a quien sabe qué dios infernal.
Pero fue Garland, el portador del padrón que vislumbró la verdad, pues en su juventud había visto los templos secretos de los dioses del Caos, y había oído rumores de sus hechos. Venia de los bosques del Imperio, tierras lo suficientemente profundas, y lo suficientemente oscuras para ocultar a los secuaces del caos y sus víctimas. En las ruinas del templo reconoció las señales. Chronus se quedó mudo ante lo que Garland le dijo. Encontrar que su propio primo era el monstruo que sin duda había precipitado, si no realmente logrado, la muerte de tantos buenos caballeros, fue un golpe considerable. Los Caballeros llenaron el santuario de paja, y alrededor de todo el circuito de la colina pusieron todo aquello que ardiera que se encontraban a mano. Al cabo de una hora toda la cima de la colina estaba en llamas, y lo poco que quedaba de los Caballeros de la hermandad y del templo extraño era completamente destruido. Mientras las llamas ardían, cada caballero juró un juramento grande y vinculante. -Este será nuestro llamado a las armas y el símbolo, la llama de nuestros hermanos ardientes. Debemos mantener la llama encendida hasta que se cumpla nuestro juramento y se limpie el mundo del mal del Caos. Sólo entonces nuestras almas descansarán en paz. Y la llama que llevaremos como nuestro artefacto, y los secuaces del Caos vendrán a temernos, y seremos conocidos como los Caballeros Venenosos de la Llama Purificadora-.Así fue que los cuatro Caballeros viajaron al extranjero en busca de Eroneo. Encontraron muchas pruebas de su muerte, y muchos hombres se unieron a ellos en su búsqueda, porque muchos eran los actos indescriptibles cometidos por los profanadores del Caos.
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